miércoles, 13 de junio de 2007

Cinco errores clásicos de inversión

“Invertir con éxito es el arte de no cometer errores. Eso no significa tirar a balón parado. Implica, por el contrario, saber cuándo hay que asumir riesgos y el peligro real que se deriva de una decisión de inversión. Y los errores en el juicio no son sólo propios de los advenedizos del mercado, sino que afectan, y mucho, a los profesionales”. Jonathan Burton. Marketwatch. 8 de junio.

Sobre este prometedor inicio, el autor entra de lleno en los, a su juicio, cinco errores más clásicos de la actividad inversora y establece las pautas para evitarlos. Aunque es cierto que sobre este particular se ha escrito una enormidad de literatura, sin embargo, la forma en que Burton aborda la cuestión, el sentido común que se desprende de su análisis y el toque de ironía que incorpora hacen de este artículo un imprescindible.

Primer error. No saber lo que se quiere . “Si te contentas con un retorno del 5%, ¿por qué tomar un riesgo extra?”, se pregunta. Fallan los principios básicos que rigen el proceso de inversión y que recogen con claridad las dos o tres primeras diapositivas de cualquier presentación de banca privada que se precie: riesgo, rentabilidad, liquidez, plazo, necesidad de rentas y fiscalidad. ¿Cuántos de nosotros hemos realizado alguna vez este ejercicio? Mira, hoy tenemos una buena ocasión para ello. Establecer límites, clarifica las ideas y facilita la toma de decisiones. Porque para el barco que no sabe a dónde va, cualquier viento es el correcto.

Segundo error. Enamorarse de una acción o una estrategia. “La acción no sabe que está en tu cartera” por lo que hay que desprenderse de ella tan pronto como no cumple con tus expectativas. No lo va a sentir. Esperar que se produzca una recuperación puede ser sensato desde un punto de vista de minimizar lo perdido, pero completamente insensato desde una óptica financiera de coste de oportunidad. Vender y buscar una alternativa es una mejor manera de ver crecer de nuevo el dinero.

Tercer error. Pensar que esta vez es distinto.En todos los mercados alcistas, el escepticismo acerca de la subida en vertical de los distintos activos encuentra la misma respuesta: esta vez, es diferente”. No hay que remontarse muy lejos para ver en qué quedo convertido el “nuevo paradigma” del año 2000. Cambiar de criterio de inversión en función del viento que más sopla suele llevar aparejadas cuantiosas pérdidas. Si hay algo que ha entronado a Buffet ha sido... ¿la consistencia?

Cuarto error. Jugar a lo seguro. “Une tu destino al de la mayoría”, que se podría traducir en el más celtíbero mal de muchos... El éxito en la inversión financiera va asociada a la toma de decisiones en función de un perfil de riesgo predeterminado. Indudablemente la indexación, en sí misma, puede ayudar a dicho fin. Sin embargo, la otra cara de la moneda se pone de manifiesto en movimientos bajistas como los vividos a principios de siglo, que han permitido situar el concepto Retorno Absoluto en primera línea de los objetivos de inversión para muchos partícipes del mercado.

Quinto error. Seguir las modas. Muy en consonancia con el tercer error, Burton lo explica de la siguiente manera: es el “hay que estar”. Bolsa china, high yield, materias primas... Y tiene una doble vertiente: cesión a la ambición de ser el que más gana, con la sensación de omnipotencia que muchas veces la acompaña, e integración de lo ilógico como criterio para la toma de decisiones de inversión. Saber resistir la tentación de saltar al Titanic cuando el iceberg se encuentra cerca es difícil, pero necesario. ¿Hemos hablado alguna vez de Astroc?


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