Acciona ha tomado una decisión muy parecida a la que tomó el Gobierno japonés hace dos años. Para reducir las emisiones de CO2 en la época estival va a subir un par de grados la temperatura de sus edificios, pasando a ser de entre 23 y 24 grados. Y para que sus empleados no pasen calor, les recomienda que no usen ni traje ni manga larga, siempre que las condiciones lo permitan.

Y es que es bastante normal en todas las empresas comentar que en los edificios, que se suponen muy inteligentes, se pase calor en invierno y frío en verano. Eso es un despilfarro energético y un problema para el medio ambiente. No se puede estar a 26 grados en invierno y a 21 en verano, sino más bien al revés.
Fuente: El blog salmón
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