
No se trata sólo del tamaño, del paraje en el que se encuentra, o de la simbología, también cuenta la importancia histórica y cultural: se cree que fue construido sobre 1212, fue la residencia de la familia real enre 1920 y 1948 y además, lo que le da la fama de ser “El castillo de Drácula” tuvo el dudoso honor de alojar a Vlad el Empalador (personaje en el que se inspiró Bran Stoker para crear a Drácula) en el siglo XV.
Su arquitectura, la belleza del entorno, sus pasadizos secretos, las 57 habitaciones de invitados, los dormitorios principales y los grandes pasillos,... que actualmente son parte de un museo de arte medieval que visitan cerca de 450.000 personas cada año…
